Carla Antúnez – Coaching y educación

1. Describe tu proyecto en dos líneas:

Acompañar a crear puentes comunicacionales entre padres e hijos (intergeneracional) de la mano de la autorreflexión personal en responsabilidad, consciencia y respeto.

2. Antes de emprender tu proyecto ¿cómo era tu vida, qué hacías?

Antes de emprender el proyecto, estaba finalizando una etapa de 17 años trabajando en docencia en educación secundaria y universitaria, cargos directivos y coaching y la vida se paró por una necesidad medica de uno de mis gemelos.

3. En ese momento ¿cuál era tu mayor frustración, obstáculo o reto?

Mi mayor frustración era darle vida a todo lo que fluía de mi cabeza y de un lugar de inspiración en el que nunca me había sentido, pude avanzar una etapa (planificación), pero me entrampé en como llevarlo a la práctica, necesitaba una mentora.

4. Antes de empezar con Project Martina ¿sabías algo de marketing online, o de cómo crear tu proyecto? ¿qué habías probado y no te había funcionado?

Nociones muy básicas, había tomado una formación, pero era online, a mi ritmo y creo que, para mi personalidad, necesitaba algo más metódico, ordenado, disciplinado, pedagógico y coherente.

5. ¿Por qué te inscribiste en la metodología de Project Martina y el mentoring con Asun?

Creo ser una persona que le hace mucho caso a su intuición, y estuve mirando a diversas mentoras, con Asun me paso que la escuché y dije “ella es…” siguiente nivel, no me lo pensé.

6. ¿Qué es específicamente, lo que más te ha gustado del programa?

¡Todo! La cercanía y calidad humana de Asun, el orden, el acompañamiento del equipo (¡destaco especialmente a Amalia, soy tu fan!), la maravillosa capacidad de hacer comprensibles, temáticas de marketing que son complejas. Siento que es un equilibrio perfecto entre calidad (en la formación) y acompañamiento afectivo.

7. ¿Cómo ha cambiado tu proyecto desde entonces? ¿Cómo ves tu proyecto en el futuro ahora, con lo que has aprendido?

Ufff un montón!!Creo que es un verdadero viaje, hacia tus zonas oscuras, tus impedimentos, tus propias barreras, la certeza y disciplina diaria de volver a pararse sola, con convicción y foco, hacer carne esto de “tenerle respeto a tu” que dice Asun.
Veo un proyecto que va creciendo paso a paso, feliz de acompañar a muchas familias, sirviendo de puente en un momento complejo de la vida de sus hijos. Siento que el camino es paso a paso, pero con una certeza interna, en convicción.

8. ¿Recomendarías la metodología de marketing y el mentoring de Project Martina? Si es que si 🙂 dinos la razón por la que lo recomendarías.

Absolutamente, pero tal y como dice Asun, creo que también cada alumna, debe saber encontrar el programa o formación que calce como una “horma de zapato” si no, no lo aprovechara al 100%
Lo recomiendo por ser una formación de excelente calidad, con un maravilloso equipo humano y con un enfoque cercano y alcanzable.

9. ¿Cómo te sientes a día de hoy con tu proyecto y con las perspectivas de futuro que se presentan para ti?

Me siento muy en paz, habitándome, sabiendo quien soy y lo que puedo dar, siento que he ganado en confianza en mi misma y en mis capacidades, siento que este “parto” es transformacional, tal y como lo es, el de un hijo.
En el futuro me veo incorporando otras formaciones, ojalá ampliando estos enfoques a colegios y universidades, donde necesitamos crear nuevos códigos de acompañamiento a nuestros niños y jóvenes, que nos necesitan tanto.

10. ¿Hay algo más que quieras añadir?

Quiero destacar tres aspectos 1) Project Martina es un maravilloso programa que rescata “la tribu femenina” la que era tremendamente nutritiva (etapa matriarcal de la humanidad) entre nosotras, haciendo comunidad. En segundo lugar, quisiera destacar que siento que el programa aporta el 50% del proceso, el otro 50% es la propia transformación que estas dispuesta a que obre en ti, en mi caso, fue una maestría en mi autodisciplina y manejo de mi mundo emocional, para centrarme cada vez que me perdía. Finalmente, en tercer lugar, haría un llamado a silenciar el “miedo o autoboicot” que habita en cada una, para dar paso a un “yo puedo”, sacando de ti esos catalizadores que te impulsan.